Un tiroteo en la localidad israelí de Bnei Brak, en la periferia de Tel Aviv, ha acabado con la muerte de cuatro civiles y un policía. Es tercer atentado que sufre el país esta semana, después de que el domingo dos ciudadanos árabe-israelíes mataran a dos policías en otro tiroteo y de que el pasado martes murieron cuatro civiles en la urbe meridional de Beersheva en un atentado cometido por un beduino del área. Los dos primeros ataques fueron reivindicados por Estado Islámico aunque por ahora no hay referencias de ello en el tiroteo de hoy. Esta tarde hay una reunión del gabinete de seguridad ante un total de 11 víctimas mortales en una semana. El Primer Ministro advierte que actuarán con mano de hierro y ya han intensificado la presencia policial.
Informa María Gámez, corresponsal en Jerusalén.