Por primera vez el Tribunal Supremo se ha pronunciado sobre uno de los casos más conocidos de la trama de los bebés robados. Concluye que Inés Madrigal no fue una bebé robada. Los jueces consideran que no queda probado el delito de detención ilegal de la menor. Como anunció ella, su familia biológica la dio en adopción voluntariamente en 1969.
Sin embargo mantienen dos delitos que la audiencia de Madrid imputó al doctor Eduardo Vela. El de falsedad documental y el de suposición de parto, porque participó en la certificación irregular en el Registro Civil y en la maniobra ilegal de entrega del bebé.
El alto tribunal no entra en el fondo de la cuestión, en la prescripción de los delitos, lo que motivó que la audiencia de Madrid absolviese al doctor. Consideran improcedente resolver este asunto porque el acusado ha fallecido. Esta era una cuestión clave para los cientos de casos de bebés robados denunciados, que aún no han podido juzgarse. Tendrán que esperar a lo que resuelva el alto Tribunal en futuros recursos.