La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente chino Xi Jinping, han sellado un gran acuerdo de inversiones que llevaban negociando casi siete años después de que China haya aceptado las exigencias europeas sobre los derechos laborales, las garantías medioambientales y la igualdad de competencias entre empresas. El acuerdo supone que las empresas europeas que operan en el gigante asiático tendrán acceso a más sectores y viceversa. Pekín busca acercarse a Bruselas a la vista de que la administración Biden no va a dar un giro de 180 grados a la relación de Estados Unidos con China. Lo acordado hoy no entrará en vigor hasta dentro de unos meses porque aún debe ser aprobado por los 27 estados miembros y por la Eurocámara.