Jesus Núñez es Codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Accion Humanitaria y ha pasado por los micrófonos de RNE, por el Diario 20 horas fin de semanaDiario 20 horas fin de semana, para hablarnos del contexto actual en Líbano y trazar unas líneas sobre la historia que le ha conducido a esa situación "aunque pueda resultar chocante no está tan claro que lo que necesite ahora el Líbano sea una Conferencia de Donantes, en el sentido que no estamos hablando de un país que no cuente con recursos propios y con capacidad y capital humano suficientes para encarar el futuro".
El contexto histórico de Líbano ha estado sometido tanto a unas dinámicas internas como externas que han llevado a esta situación actual "literalmente explosiva". Por una lado la dinámica interna "con un reparto de poder basado en el peso demográfico de las distintas comunidades religiosas que hay en el país. 18 reconocidas desde el principio de su historia independiente y que determinan que a partir de ahí hay un sistema de reparto de cuotas de poder y por tanto de reparto de recursos económicos y feudos territoriales que en lugar de pensar en la totalidad del país piensan más en la defensa de esos feudos".
Y del otro lado la dinámica externa que ha convertido al Líbano, desde hace mucho tiempo, en el lugar en que "potencias territoriales, las monarquías del Golfo, pero también Siria y otros actores locales y potencias globales como Estados Unidos y también Francia han intentado cada uno defender sus intereses manejando los actores locales". Todo eso ha llevado al empeoramiento de las condiciones de los libaneses en bienestar y seguridad "con una crisis económica, más la sanitaria que se han unido para configurar un contexto inestable y con un futuro muy negro".
Lo que los libaneses vienen demandando de forma reiterada, 6,8 millones de habitantes "es que se vayan todos. Todos quiere decir desde el presidente Michael Aun, hasta el primer ministro Diab, hasta el peso que tiene Ahsralá como cabeza visible del movimiento político y milicia Hezbollah. Dicho coloquialmente es un órdago a la grande. Asumir ese reto y llevarlo a la práctica...nadie tiene el timón de la nave para asegurar que se pueda hacer sin más inestabilidad"