En Madrid el gobierno de la Comunidad ha abierto una investigación interna sobre las residencias de mayores donde el coronavirus se cebó sin piedad con nuestros abuelos, pero además en muchos casos se quedaron a merced de ese mortal virus porque sus cuidadores carecían de recursos y porque, eso se investiga, hubo al parecer órdenes de no prestarles atención hospitalaria. En una comunidad vecina, Castilla y León, en la provincia de Ávila encontramos el canon a seguir.
Teresa Martín es la directoria de la residencia Gregorio García Antonio en Sinlabajos "todos estamos bien. La palabra es tranquilos. Lo peor ha pasado y la perspectiva de futuro es no bajar la guardia, estamos en fase de desescalada interna" nos dice en el Diario 24 horas fin de semanaDiario 24 horas fin de semana. Actualmente tienen 36 usuarios cuyas edades van de los 69 a los 96 años que tiene el más anciano. Cuenta con un equipo de 25 trabajadores, cuentan con médico, enfermera, monitor de tiempo libre, fisioterapéuta, un equipo completo para abarcar todas las actividades "nosotros no hemos tenido ningún caso, hemos trabajado con normalidad. Viendo lo que ocurría en el exterior nos sentimos unos privilegiados y recompensados por el trabajo que venimos realizando desde hace cuarro años. Suerte si, pero la palabra es previsión, porque las principales medidas de las que ahora se habla, el gel hidroalcohólico, mascarillas, guantes, nosotros las utilizamos desde el primer día que abrimos el centro. También contamos con protocolos de derivación hospitalaria o maniobras de aislamiento dentro del centro en caso de gripes, etc". Eso ha sido uno de los motivos de que esta residencia que cerró el 10 de marzo a las visitas y que las volverá a abrir con todas las medidas de seguridad reforzadas y revisadas, evitó que sus residentes estuvieran sanos y bien cuidados durante la crisis sanitaria.