Ignacio Álvarez-Ossorio, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Complutense de Madrid y vocal de la UNRWA
Más de una docena de países ha suspendido su financiación a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) después de que Israel acusara a 12 de sus trabajadores de estar implicados en los ataques del 7 de octubre de Hamás. "El mensaje que está lanzando la comunidad internacional es que los abandona a su suerte", afirma Ignacio Álvarez-Ossorio, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Complutense de Madrid y vocal de la UNRWA, en 24 horas de RNE. Álvarez-Ossorio insiste en que la situación para los refugiados palestinos es cada vez más delicada y que el corte de estas ayudas va a "agravar la situación en la que se encuentran".
Sobre el informe que acusa a los trabajadores de la agencia, Álvarez-Ossorio asegura que "el Gobierno israelí ha declarado en varias ocasiones que intentaría eliminar a la UNRWA y criminalizarla (…) para acabar con esta agencia que no solo presta servicios, sino que mantiene viva la llama de la causa palestina". Además, señala el doble rasero de la comunidad internacional a la hora de evaluar las informaciones que vienen de Israel y Palestina.