La justicia catalana ha paralizado la eutanasia de una joven de 23 años tras un recurso de su padre, después de que la joven solicitara la muerte asistida. Padece trastorno límite de la personalidad, trastorno obsesivo compulsivo, y además carece de movilidad completa por una lesión medular desde 2022, es por ello por lo que quería acabar con su vida de forma digna.
Cristina Vallés es portavoz de la asociación Derecho a Morir Dignamente en Cataluña, y en el 24 horas de RNE ha lamentado este caso, si bien desde su asociación no lo conocían hasta que se ha publicado en los medios de comunicación. Añade que la ley de eutanasia es una ley "garantista": "Esperamos que no vuelva a ocurrir".
Vallés, aunque entiende el dolor de la familia, defiende que la eutanasia sólo la puede pedir la misma persona y considera una "intromisión intolerable" este caso. "Creemos que la Comisión de Garantía y Evaluación de Cataluña es un órgano absolutamente fiable, si han dado la aprobación es pertinente", insiste.
La portavoz de la asociación Derecho a Morir Dignamente en Cataluña ha explicado que el caso será desestimado: "A nivel judicial tiene muy poco recorrido, pero supone para la persona un sufrimiento horroroso [...] Cualquier situación que alargue el proceso más de lo necesario es un sufrimiento para las personas que piden la eutanasia", sentencia.