El vertido de pellets en las costas gallegas procede de varios contenedores que se perdieron en aguas portuguesas del buque Toconao. En estos contenedores se hallaban sacos de 25 kilos de estos microplásticos y, aunque no son tóxicos, algunas organizaciones ecologistas ya han alertado del peligro que suponen estos vertidos para la flora, la fauna y el propio consumidor. “Este tipo de accidentes son diarios”, asegura Cristóbal López, portavoz de Ecologistas en Acción López, que señala también que “no nos damos cuenta del daño al que ponemos al planeta hasta que lo sufrimos en primera persona”.
Carmen Morales, investigadora en contaminación marina, explica que la presencia de estos microplásticos puede tener graves consecuencias en el ecosistema marino y producir “daños a nivel estructural”. Cristóbal López también hace hincapié en que esto “puede afectar a la salud pública y a la economía” si son ingeridos.