Igual no has leído hasta ahora dos palabras que, juntas, van a ligarse al futurible éxito de una vacuna eficaz contra la COVID-19: los “correlatos de protección”. Martínez Ron se encarga de explicarlo en una nueva entrega de En algún lugar de la ciencia.
Es el trofeo ganador en la carrera que tienen por delante las diferentes vacunas. Para que sirva realmente alguna de ellas, o varias, tendrán que encontrar los “correlatos de protección”, es decir, los marcadores que distinguen la vacuna que funciona de la que no. En las vacunas más avanzadas -la de Oxford o la china CanSino Biologics- se ha visto que, por un lado, no producen efectos secundarios dañinos, y por otro que se producen dos elementos clave para que el remedio triunfe: anticuerpos neutralizantes e inmunidad celular. Sin embargo, no basta solo con eso.
Falta el elemento más preciado y que ya has leído antes: los “correlatos de protección”. Antonio Martínez Ron, en palabras de Lucas Sánchez, utiliza la metáfora de la variedad de los agentes y el sistema inmune. En él, puede haber bomberos, policías o militares. Si la infección que provoca la enfermedad es un incendio no serviría de mucho que fueran los policías los encargados de apagar el fuego, y si fuera un atraco daría un poco igual que los bomberos quisieran detener al caco que produce la enfermedad.
Los científicos, a partir de la fase 3 o sucesivas etapas en las que ya entran las vacunas, tienen que comprobar si estos “correlatos de protección”, si estas diferencias, harán que estas vacunas, o ninguna, acaben funcionando. A todo esto hay que añadir otro factor elemental: la memoria inmunológica. Es decir, no solo basta con tener al cuerpo o agente necesario en el lugar adecuado, sino que además tenga algo de experiencia profesional o, en términos más científicos, recuerdo en forma de memoria. “Algún bombero se tendrá que quedar la zona vigilando”, explica Martínez Ron. Carmen Cámara, de la Sociedad Española de Inmunología, dice que, siguiendo con la metáfora de los agentes, en este punto los más importantes serían los de protección civil “que son los que acaban organizando a los demás”, y ocupan el lugar de los linfocitos CD4, “los que no se han olvidado del villano” y organizan el contraataque.
Otro tema que trata Martínez Ron tiene que ver con la radiografía de la pandemia que nos muestra el Instituto de Salud Carlos III, los primeros resultados del proyecto para conocer los diferentes factores que influyen en la difusión de la COVID-19. Nos da los detalles Diana Gómez, del Centro Nacional de Epidemiología.