Nos vamos a la Puerta de la Carne, concretamente a la calle Menéndez Pelayo, al estanco de Matilde Silva. Es viernes 11 de julio de 1952. La mujer, en la cincuentena, vive junto a su hermana Encarnación en la vivienda que está encima del establecimiento. El sábado por la mañana tocan la puerta tocan la puerta unos familiares, extrañados por que no hubieran acudido al funeral de su hermano, fallecido días antes.
Cuando la Policía entra en la vivienda encuentra a las dos mujeres apuñaladas. Por el ensañamiento, quien hubiera sido parecía tener una cuenta pendiente con ellas, una cuenta grave y pesada como el tiempo. La brutalidad del crimen conmovió a la sociedad sevillana y a la de todo el país y las autoridades se pusieron manos a la obra. El Régimen no podía permitirse una investigación que se dilatara en el tiempo. Agentes de la Brigada de Investigación Criminal se desplazaron desde Madrid para apoyar las investigaciones.
Pedro Águeda cuenta cómo se resolvió este crimen en esta sección del 24 horas.