El decreto de la reforma laboral ha sido convalidado ahora en el Congreso de los Diputados, pero lleva en vigor desde el 28 de diciembre, cuando el Consejo de Ministros lo aprobó tras llegar a un acuerdo con la patronal y los sindicatos. ¿Qué cambios comporta para empresas y trabajadores? El principal objetivo es reducir los contratos temporales, que se limitan para casos muy concretos. Se trata de promover la figura del fijo-discontinuo, que se contabiliza con indefinido a efectos estadísticos. También aumentan las multas que puede imponer la inspección de trabao a los empresarios que se salten la norma. En el campo de la negociación colectiva, los convenios no caducarán hasta que no se vuelvan a renovar y los sectoriales priman sobre los de empresa. Sin embargo, se mantienen los descuelgues salariales, lo que significa que las empresas pueden incumplir el convenio salarial si lo justifican. Tampoco cambian las condiciones de despido, abaratado en anteriores reformas, aunque se incorpora como permanente un mecanismo similar al de los ERTE de pandemia.
Informa Guillermo Hernández