Las consecuencias de la pandemia sobre la salud mental son evidentes y la evasión es la forma de combatir muchos fantasmas. A muchos les vale con un paseo por la playa o el monte, una tarde de compras o algo que les saque de la rutina, pero hay quien necesita algo más duro: drogas, alcohol, juego o gasto descontrolado. Los tratamientos están aumentando estos meses.
Lara Grau, jefa de la sección de adicciones y patología dual del Hospital Vall d’Hebron, en Barcelona, ha señalado que durante la pandemia y, sobre todo, en los desconfinamientos se han producido muchas recaídas. “Ha aumentado el consumo de sustancias, los que consumían aumentaron la cantidad y otros recayeron”, ha indicado en el informativo 24 horas de RNE.
El perfil del paciente en su unidad es un varón, de unos 40 años que principalmente consume alcohol, heroína y cocaína, son personas sin actividad laboral remunerada y con estudios primarios. Grau ha sostenido que la adicción más frecuente en los jóvenes es el juego.