El periodista Pedro Águeda estrena sección dedicada a los crímenes que han marcado la crónica negra en España en el informativo 24 horas de RNE.
La noche del 5 de noviembre de 2004 llovía en Madrid, una ciudad con estrés postraumático tras los atentados en los trenes ocho meses antes. Las calles seguían sin acostumbrarse a la decoración de las cintas policiales y todavía recibían desencajadas el ruido de las sirenas. Esa noche, los vehículos Zeta de la Policía salieron disparados hacia el barrio de Valdezarza, al noroeste de la ciudad. Lo que encontraron los agentes en el número 33 de la calle Sánchez Preciado habita en la nómina de atestados que nunca nadie quiere escribir. Tres cadáveres cosidos a puñaladas: un apareja de adolescentes y su bebé de 9 meses.
