Catedrático de Derecho Constitucional y vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas
Durante todas las entregas de Tiempos de transformación en 24 horas de RNE abordamos temas propios de la época actual en donde el acento se inclina por la incertidumbre, por instantes colmados de más preguntas que respuestas. Sobre esta premisa ha venido a conversar Diego López Garrido, catedrático de Derecho Constitucional y vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas: "La salud de la democracia y de la Constitución en España es buena", asegura con rotundidad el catedrático a José Luis García del Pozo. "La presencia de España en la UE hace a la democracia prácticamente indestructible", considera.
Preguntado por la Ley de Memoria Histórica, López Garrido ha afirmado que es "excelente" porque "da más protección a las vítimas del franquismo". "El intento de ver que tiene que ver con ETA es no haberse leído la ley", afirma.
En relación a la situación del Consejo General del Poder Judicial ha dicho que tras tres años sin renovarse la situación es de una gran "anomalía". "En los países que cuentan con un consejo que nombra a cargos judiciales no creo que se haya producido algo similar".
López Garrido ha argumentado que cuando se habla de "judicialización" del conflicto catalán, en realidad "quien judicializa la política es quien siendo político infringe el ordenamiento jurídico". "El responsable no es el poder judicial, es una acusación mal fundada".
Sobre la reforma de la Constitución acerca de la inviolabilidad del Rey, López Garrido considera que la vía más factible, con la actual correlación de fuerzas, es la inhabilitación para seguir siendo Jefe de Estado: "En la Constitución está inhabilitar al Rey en las Cortes en el caso de la comisión de delitos especialmente graves".
Finalmente, el catedrático de Derecho Constitucional aboga por igualar más los denominados principios rectores junto con los fundamentales: "Sí que cabe darle más fuerza y protección a estos derechos haciendo que tuvieran las mismas que los derechos más clásicos, como los de expresión o el derecho a la vida". "No tiene sentido que el derecho a la Salud no sea un derecho fundamental", ha afirmado.