Hacía años que Jerusalén no vivía la tensión y los enfrentamientos entre palestinos e israelíes que se están viendo estos días. Hay que remontarse a 2017, cuando Estados Unidos reconoció a Jerusalén como capital de Israel, para encontrar choques tan intensos. Más de 700 personas, la mayoría palestinos, están heridas, una decena en estado crítico. El escenario ha sido la explanada donde se encuentra la mezquita de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca. Este conjunto arquitectónico es el tercer lugar más sagrado para el islam, después de las ciudades de la Meca y Medina. Los judíos consideran el lugar, al que llaman el Monte del Templo, como el más sagrado para su religión, porque supuestamente aquí se ubicaba el último templo de Judea.
Pero la violencia no se ha limitado a las calles, sino que ha llegado hasta las casas de los palestinos de la zona este de la ciudad. Hamás ha lanzado cohetes contra Israel, que ha respondido bombardeando el norte de Gaza.
Hoy, Día de Jerusalén, estaba convocada una marcha de ultranacionalistas judíos para celebrar precisamente la ocupación de la parte oriental de la ciudad. Las autoridades han modificado el recorrido y han impedido que atraviese los barrios árabes de la Ciudad Vieja, como estaba previsto.
El Consejo de Seguridad de la ONU se ha reunido, pero no ha emitido una declaración común. En 24 horas de RNE buceamos en las claves de la situación y en la opinión y comportamiento de la comunidad internacional con los corresponsales en Jerusalén, Cristina Sánchez, En Washington, Fran Sevilla, y en Bruselas, María Carou.