Tras la intervención del presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, en el Congreso de los Diputados, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha hablado en el informativo 24 horas de la necesidad de tener "la solidaridad y empatía" suficientes ante la situación que vive el pueblo ucraniano. "Esperábamos que hubiera una referencia histórica y era probable que fuese Gernika, porque fue popularizada internacionalmente gracias al malagueño Pablo Picassso", ha dicho Garzón en referencia al discurso de Zelensky. Añade, además, que el bombardeo de Gernika en 1937 fue negado por sus artífices, igual que ocurre ahora con la masacre en Bucha: "Ha sido una analogía histórica buscada por el presidente ucraniano". Desde Izquierda Unida, han sido críticos con el presidente ucraniano por la ilegalización de partidos políticos: "La agresión rusa está atacando una cierta concepción de la democracia, por lo que es imprescindible proteger esa democracia". Sobre la guerra en Ucrania, alude también a una "grave contradicción" a la que, según el ministro, se estarían enfrentando partidos como Vox: "La extrema derecha ha sido durante muchos años la gran aliada de Putin".
Ante la división en el seno del Gobierno de coalición por el envío de armas a Rusia, Garzón reconoce que "la política internacional la decide el presidente del Gobierno". Sin embargo, apuesta por la vía de la desecalada: "Aunque una parte del pueblo ucraniano ha decidio resistir y tiene derecho a la legítima defensa, nuestra responsabilidad es la de abrir un camino hacia la paz". En cuanto a las diferencias dentro de su propio partido, destaca la existencia de una "izquierda diversa" en España, lo cual ve como una oportunidad para encontrar "sinergias". Preguntado por el plan de choque para las consecuencias de la guerra en Ucrania, se muestra abierto a cambios en función del avance del conflicto: "De momento, es una medida necesaria y ya tendremos oportunidad de ir viendo si hay que ampliarlo o prorrogarlo". "En el Gobierno estamos haciendo un esfuerzo que debe ser reconocido", concluye.
En relación al Ministerio de Consumo, destaca el proyecto de real decreto pararestringir la publicidad de productos no saludables destinados al público infantil. "Los padres y las madres acaban instaurando unas dietas que nos llevan a unos datos de obesidad y sobrepeso absolutamente inaceptables", explica. Echando la vista al pasado, recuerda con resignación la polémica de las macrogranjas y advierte que el cambio climático traerá muchos más debates como este en el futuro.