Los Veintisiete acuerdan, con la única excepción de Hungría, reducir la demanda de gas un 15% entre el 1 de agosto y el 31 de marzo del año que viene. Con excepciones, eso sí, de las que se va a beneficiar España.
Tres países escapan automáticamente de los recortes obligatorios en caso de emergencia, las tres islas, y el resto verá rebajado el porcentaje de ahorro si demuestran que pueden acogerse a alguna de las excepciones acordadas, como por ejemplo si el país cuenta con pocas interconexiones, si sus almacenes de gas ya están casi llenos, si tiene capacidad de enviar combustible al resto del continente, o si su industria esencial depende del gas. Todo un menú de concesiones a los países para que se subieran a bordo del plan.
Si el invierno es normal, bastará con lo aprobado hoy. Kadri Simson, comisaria de Energía afirma que "incluso si todas las excepciones se usan plenamente, lograríamos una reducción de la demanda que nos ayudaría a pasar sin riesgos un invierno medio". En cambio, si el invierno es muy frío Bruselas no aclara el camino. Ahora, la prioridad es aplicar rápidamente toda esta letra pequeña aprobada hoy.
España se adhiere al mensaje de solidaridad, pero con el alivio de haber conseguido bajar a algo menos de la mitad esa reducción voluntaria de gas. Esto, según explica Ribera, evitará que el Gobierno tenga que imponer medidas de racionamiento o limitación obligatoria del consumo a hogares y empresas: "Es muy difícil que España llegue a tener cualquier tipo de problema de suministro", ha explicado. Ribera cree que será suficiente con las medidas de ahorro y eficiencia de la Administración pública, con la flexibilidad voluntaria de la industria, pero también pide a la ciudadanía que tome medidas para reducir su gasto de energía.
Informa David Vidueiro.