Las Islas Baleares cuentan con numerosos atractivos turísticos, entre otros, la naturaleza, la calma y un mar cristalino. Formentera es la isla más pequeña del archipiélago y ve multiplicada su población por cuatro durante la temporada alta: de 10.000 habitantes a 45.000. En mayo, sus cifras de contagios eran la mitad de la media de Baleares y se disparó la compra de viviendas de lujo. En la isla fueron de los primeros en salir del confinamiento y llevan tres meses por debajo de los 150 casos de incidencia. El pasado viernes, solo había seis casos activos. Las dimensiones de la isla y su población han hecho posible salir antes de las situaciones de riesgo, aunque esas mismas dimensiones suponen también dotaciones sanitarias menores.
Alejandra Ferrer, presidenta del Consell Insular de Formentera, ha indicado que toda la planta hotelera está abierta, 15.000 camas, y en junio se esperaba un 50% de ocupación. "El mercado nacional nos ayuda mucho", ha indicado en 24 horas de RNE. Ses Illetes está considerada la séptima mejor playa del mundo y Ferrer ha defendido Formentera como destino turístico privilegiado: "El turismo tiene que reflejar la calidad de vida de la isla y es necesario, también para cuidar el entorno, regular y restringir para poder disfrutar a largo plazo", ha indicado la presidenta. El 70% de los 85 kilómetros cuadrados de Formentera es territorio protegido y el número de amarres de barcos está limitado a 150. Desde hace años se insiste desde la isla en el fondeo responsable, dado que el Parque Natural de Ses Salines es una de las mayores y más hermosas acumulaciones de posidonia oceánica.