El presidente ruso Vladímir Putin ha firmado el decreto según el cual, a partir de este viernes, todos los pagos de su gas se tendrían que hacer desde cuentas en rublos de Gazprombank, uno de los bancos que no han sido sancionados por la Unión Europea y que compraría los rublos con las divisas depositadads. Si los países "hostiles" se niegan, dice Putin que se reserva la posibilidad de tomar decisiones como cortar el suministro, al considerar que sería una violación del contrato. "No vamos a regalar nada a nadie", ha expresado. Una medida que contrasta con la declaraciones de los jefes de gobierno de Italia y Alemania. Tras hablar ayer con Putin por teléfono, ambos explicaron que esa conversión se haría de forma interna en Rusia sin afectar la forma de pago. El canciller alemán, Olaf Scholz, señala que en sus contratos de suministro está estipulado que sus empresas pueden pagar en euros o en dólares, lo mismo que defiende Mario Daghi. El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, sostiene que tampoco está de más prepararse para posibles cortes de gas.
El grupo de países que depende del gas ruso y que se niega a hacer el pago en rublos podría optar por ese mecanismo a la hora de hacer la transacción. Detrás de este movimiento, están las sanciones y la casi total desconexión de Rusia del sistema SWIFT. Según explica Alexis Ortega, analista y socio director de Finagentes Gestión, para Rusia "no tiene sentido recibir dólares o euros por la venta de sus materias primas, porque luego ese dinero no lo va a usar para nada".
InformanMónica Cartes yJosé Luís Dueñas.