Más allá de las fotos de familia y las ruedas de prensa multitudinarias, la faceta más discreta de la cumbre de la OTAN transcurre entre mesas y foros colaterales en las que los líderes de la Alianza comparten sus puntos de vista. Entre el público, ha estado Javier Gil, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Pontificia de Comillas y experto en seguridad: "Han sido unos días apasionantes. Nunca había visto tanta concentración de poder en unos metros cuadrados".
Aunque afirma que no le gusta el nuevo concepto estratégico, reconoce que el documento refleja una realidad que no se puede obviar: "El antiguo concepto estratégico hablaba de Rusia como un estado con el que había que cooperar. Ahora lo lees y parece un chiste". Sobre las intenciones de España sobre el flanco sur, cree que no se ha avanzado lo suficiente.
Gil recuerda que España ha sido el único estado que ha entrado a la OTAN mediante un referéndum, algo que ha tenido repercusiones: "Las dudas hacia la OTAN nos han lastrado internacionalmente". Con todo, afirma que la cumbre ha servido revertido esta situación: "España ha conseguido elevar su rol dentro de OTAN y sobre todo consolidar su compromiso".