Antonio Turiel, investigador en el Instituto de Ciencias del Mar del CSIC
Los gaseoductos Nord Stream 1 y 2 han sufrido una triple fuga a su paso por el mar Báltico. Se han detectado varias explosiones en la zona, por lo que los gobiernos alemán, danés y sueco asumen que se trata de un sabotaje. Según explica Antonio Turiel, investigador en el Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, el principal problema a corto plazo es que "la zona se ha vuelto innavegable e imposible de travesar por la fauna". Por otro lado, explica que "lo que se va a escapar equivale a las emisiones de todo un año de Dinamarca". Sin embargo, afirma que el Báltico ya es un mar muy contaminado y resta magnitud ambiental a la fuga.
Turiel asume que se trata de una acción intencionada, aunque reconoce que es extraño que justo haya ocurrido en ese punto: "Es una zona de paso de muchos barcos. Además, es una vía muy vigilada, porque era zona de escape habitual de los subarinos rusos. Quizás las cargas fueron colocadas hace tiempo". Con todo, pronostica que esta situación nos puede dejar sin gas durante mucho tiempo: "Va a tener consecuencias bastante funestas para Europa".