Las cartas en la lucha contra el cambio climático tienen que quedar claras en esta Cumbre del Clima de Naciones Unidas en Glasgow, con una premisa fundamental: a qué estamos dispuestos a renunciar para salvar el planeta del calentamiento global.
La posición de la actual administración estadounidense, la de Joe Biden, es muy distinta a la del republicano Donald Trump, que niega la crisis climática. Si algo puede acelerar el proceso de reducción de emisiones es la amenaza real sobre la seguridad de los países. Hay informes de inteligencia que avisan de que la seguridad nacional está en riesgo por el deterioro del planeta.
El compromiso europeo se ha plasmado en los fondos de recuperación, ligados al compromiso de cero emisiones en 2050. Aunque hay distintos grados de compromiso dentro de la Unión Europea. Países que han implementado en sus presupuestos en sus planes de Gobierno y cuyas sociedades han asimilado esta necesidad, pero hay otros que ofrecen resistencias, en especial por los costes que tiene para los países del este dejar de quemar carbón.
En la COP26 hay grandes ausentes. China, el segundo país más contaminante del planeta, que ofrece resistencias a la reducción de las emisiones. En la carrera por situarse y consolidarse como la primera potencia del planeta no está dispuesto a parar las emisiones ni el uso del carbón y menos si no hay un compromiso conjunto real de cumplimiento de las obligaciones. El presidente chino ha mandado un comunicado a la cumbre a la que asiste su viceministro de medio ambiente.
Rusia es el cuarto país más contaminante del mundo. El presidente Vladimir Putin, que tampoco participa de esta cumbre del clima, ha anunciado inversiones de entre el uno y medio y el dos de su PIB para reducir emisiones de CO2 que pretende llevar a cero en 2026.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, otro de los que ha preferido no acudir a la cita de Glasgow, ha dejado un compromiso de acabar con la deforestación para 2030 y desprenderse del CO2 en 2050. Está lejos de cumplir ambos. En 2020 se deforestaron más de 11 mil kilómetros cuadrados en la Amazonía: la superficie de toda Jamaica.
Con los corresponsales de Radio Nacional en Washington, Fran Sevilla; en Bruselas, María Carou; en Pekín, Yolanda Álvarez; en Moscú, Érika Reija.