Esta semana se han reactivado las reuniones para tratar de recuperar el pacto nuclear con Irán de 2015, roto de forma unilateral por el Gobierno de Donald Trump en 2018. Tres años después de ese anuncio, la diplomacia mundial trata de recobrar la senda del acuerdo en una nueva ronda de conversaciones. El Gobierno de Donald Trump aseguró que el pacto no evitó que la República Islámica continuara financiando a grupos terrorista y desarrollando su programa nuclear. Cambió acuerdo por sanciones. Ahora, desde la Casa Blanca esperan que Irán quiera volver al acuerdo de 2015.
Desde Irán lo que esperan para dar pasos en ese sentido es la retirada de las sanciones impuestas. El presidente Ebrahim Raisi dice que está dispuesto a cooperar plenamente con la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), pero desconfía de Estados Unidos y de la Unión Europea. La Unión Europea es, precisamente, la que ha querido mantener vivo el pacto de 2015 y ejerce de puente entre Estados Unidos y la República Islámica. Coordina esta ronda negociadora en la que no hay encuentros directos entre representantes de Irán y de Estados Unidos. El Reino Unido es otro de los países en la mesa de negociación, interesado en que se controle el poder nuclear en Irán. Desde Israel estas conversaciones se ven con gran rechazo desde el ejecutivo de Naftalí Bennet. Ni hablar de recompensas, acuerdos, negociación de ningún tipo con la República de Irán, país al que perciben como un enemigo que pone en riesgo su propia supervivencia como Estado.
Con los corresponsales de Radio Nacional en Washington, Fran Sevilla; Bruselas, María Carou; Londres, Sara Alonso; y Jerusalén, María Gamez.