Perú cierra hoy la campaña electoral que dará paso a las elecciones de este domingo, las más polarizadas en décadas. Los votantes se han visto obligados a elegir entre un candidato de extrema izquierda y una candidata de extrema derecha. Pedro Castillo, maestro rural de izquierdas, contra Keiko Fujimori, una empresaria de derechas heredera de la línea política de su padre.
Según los sondeos, Pedro Castillo es el potencial ganador, pero no porque los peruanos sean secretamente marxistas. Los dos candidatos que llegaron a la segunda vuelta, Castillo y Fujimori, son los que menos gustaban en la primera. Ambos tenían los niveles más altos de desaprobación, pero muchos peruanos eligieron abstenerse o emitir un voto de castigo a través del voto nulo o en blanco.
Los votantes ya no creen que el proceso político pueda resolver sus deseos de cambio. Sin embargo, muchos lo ansían y, en esta segunda vuelta, Castillo ha logrado recabar parte de ese impulso a favor del cambio. Sin embargo, los peruanos que votan por Castillo no lo hacen porque quieran políticas radicales de extrema izquierda. Votan por Castillo porque él es el candidato que representa un cambio en el tablero político actual en Perú.
Desde 24 horas de RNE, con el enviado especial a Lima, Eduardo Sanz, y Manuel Saavedra, director del CPI, la compañía peruana de estudios de mercado y opinión.