Andrea Tornielli, vaticanista, director editorial del Dicasterio para la Comunicación
Fieles y turistas visitan en la Basílica de San Pedro del Vaticano la capilla ardiente del papa emérito Benedicto XVI, que falleció el pasado 31 de diciembre. El velatorio del pontífice estará abierto hasta el jueves 5 de enero, cuando se celebrará el funeral oficiado por el papa Francisco. Recordado por sus grandes aportaciones teológicas, su papado estuvo marcado por el escándalo del Vatileaks o por la denuncia de casos de pederastia dentro de la Iglesia. El vaticanista Andrea Tornielli, director editorial del Dicasterio para la Comunicación, afirma que el papa Benedicto abrió una vía con su renuncia en 2013, hasta el punto que Francisco ha reconocido que él mismo tiene esa opción. Considera que la etiqueta de conservador que se le ha otorgado a Joseph Ratzinger es demasiado simple: "Fue un papa moderno, un papa de diálogo". Además, asegura que se ha intentado instrumentalizar una supuesta enemistad entre ambos pontífices: "La amistad de los dos papas fue muy significativa".