Robert Manrique, superviviente de atentado de Hipercor e impulsor de la Unidad de Atención y Valoración a Afectados por Terrorismo, trabajaba como carnicero cuando estalló la bomba que Antonio Troitiño, Josefa Ernaga, Santi Potros y Caride Simón habían colocado en el sótano del hipermercado. Asesinaron a 21 personas y 45 resultaron heridas, entre ellas, Manrique, que ha asegurado que el 19 junio de 1987 lo recuerda cada vez que se ve las manos o se mira en el espejo y observa las cicatrices. En 24 horas de RNE ha sostenido que, para cada víctima, su atentado es el peor y que "se aprende a vivir con lo que ha pasado". "Muchas víctimas compartimos dos pensamientos: ojalá mi atentado sea el último y que nadie pase por lo mismo", ha indicado. "El 20 de octubre de 2011 fue un día importante para el país y las víctimas porque teníamos la garantía de que ETA no reventaría más vidas, fue el objetivo de quienes trabajábamos para que eso no volviera a pasar", ha destacado Manrique, que ha visto salir en libertad a los causantes del atentado cuando quedó abolida la doctrina Parot. Se encontró con Caride Simón antes del adiós definitivo a las armas y aceptó su arrepentimiento, pero dijo que no se le ocurriría darle la mano con la que después iba a tocar a una víctima. "Algunas víctimas hemos hecho cosas contra nuestra propia opinión, peor lo hemos hecho para que nadie pasara por lo mismo que nosotros", ha mantenido. Además, ha considerado la que la declaración de Otegi es "una consecuencia del trabajo de mucho tiempo". "Me constaba que iba a pasar, la izquierda abertzale ha necesitado mucho tiempo para tomar esta decisión", ha apuntado.
24 horas
"Para cada víctima su atentado es el peor"
19/10/2021
00:45