Este jueves se ha acusado a las milicias prorrusas de bombardear en varias ocasiones al ejército ucraniano con armamento no permitido en los Acuerdos de Minsk.
RNE, con Sergio Jiménez en el sonido, y Aurora Moreno en el micrófono, está en Sevninka, un pequeño enclave que hace frontera con Rusia y Bielorrusia. Allí, los habitantes, en una calle ahora cubierta por hielo y nieve con pequeñas casas de madera a los lados, están acostumbrados a vivir sometidos a tensiones, según nos cuenta su alcalde: "Somos unpueblo fronterizo, recibimos la información de Ucania, Bielorrusia y Rusia y nunca hemos pensado que Rusia nos fuera a invadir", asegura. Algunos en el lugar son prorrusos, como Vladímir, que echa de menos los tiempos de la Unión Soviética: "Estoy preocupado, ojalá fueramos amigos y poder colaborar".
Al otro lado de la frontera, más de 20.000 soldados rusos y bielorrusos siguen, hasta el domingo, con los mayores ejercicios militares conjuntos desde la Guerra Fría.