Una de las medidas del último plan anticrisis del Gobierno es la rebaja del IVA de los alimentos básicos. Desde el 1 de enero, los productos que se gravaban con un 4% (como las harinas, las leches, los huevos, las frutas, las verduras y las hortalizas) ya no tienen IVA. El de los aceites y pastas pasa del 10 al 5%. Con todo, muchos consumidores siguen denunciando los elevados precios de la cesta de la compra e incluso señalan a algunos supermercados de estar aprovechándose.
En el informativo 24 horas de RNE, analizamos el asunto con Mónica Melle, doctora en Economía y profesora de la Universidad Complutense de Madrid; Aurelio del Pino, presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES), y Enrique García, portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Para Mónica Melle, el efecto de la rebaja es limitado, ya que "son unos céntimos en unos productos que han crecido muchísimo". Con todo, cree que aún se esperan subidas, que serían mayores si no existiera esta bonificación. Además, advierte de que, según los datos del Banco de España, "en 2022, las grandes empresas de distribución han incrementado los resultados empresariales un 24%". Aurelio Pino defiende la transparencia de sus precios. Aunque afirma que las medidas del Gobierno han ido en la buena dirección, echa en falta algo más: "Nosotros habíamos reclamado no solo reducir el coste tributario, sino otros costes que está soportando la cadena de valor alimentaria". Enrique García critica que se hayan dejado fuera de la rebaja la carne o el pescado, "que suponen un gasto importante". Además, exige mayor transparencia a la CNMC "sobre cómo se están comportando los supermercados".