Teresa Ribera, vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha indicado que el efecto de las medidas aprobadas hoy por el Consejo de Ministros para abaratar un 15% la factura de la luz recortando los beneficios de las eléctricas se verá cuando entren en vigor. “No es razonable contar con un sistema eléctrico con estos precios”, ha destacado Ribera que ha lamentado la “dificultad de impulsar la transición energética sabiendo que menos del 9% tiene un coste real” y el resto tiene costes “muchísimos más bajos que van a la cuota de resultados de las compañías”. La ministra ha subrayado su compromiso con los inversores, a los que ha señalado como actores fundamentales, pero ha sostenido que, como Gobierno, su obligación es “intervenir para que esto sea viable”: “No puedo fijar el precio del CO2, no puedo fijar el precio de las materias primas como el gas natural, pero tengo que ver cómo se puede afrontar esto para velar por el interés de los consumidores”.
“Estamos tramitando las dos leyes por vía de urgencia, la primera ya la hemos enviado al Congreso y la segunda ley es un sistema parecido al aplicado entre 2006 y 2009, está trabajada, la conocen los grupos parlamentarios y confío en que pueda tramitarse de manera ágil en el parlamento”, ha declarado en 24 horas de RNE, donde ha explicado que la primera ley va dirigida a “todas las fuentes de energía” y la segunda, a “aminorar el coste de CO2 y asegurar que los consumidores se benefician y no solo las eléctricas”. De las eléctricas ha indicado que se trata de “reducir su margen de beneficio” y no de “eliminar la rentabilidad de una industria imprescindible”.
Sobre la nueva factura de la luz, ha señalado que más del 75% de las horas de la semana serán más baratas que la hora media actual. “Desplazar algunos consumos representa una reducción del 3% en la factura y es posible programar”, ha puntualizado.