La guerra en Ucrania ha multiplicado los movimientos geopoliticos. Las naciones buscan cómo posicionarse, por lo que pactos y reuniones al más alto nivel están a la orden del día. Repasamos los puntos más candentes del tablero mundial con Javier Gil, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia de Comillas y experto en seguridad internacional. Para Gil, la envasión de Ucrania es un puñetazo sobre la mesa por parte de Rusia, que reclama un mayor poder político y militar en el eje euroatlántico.
El profesor explica que, desde la toma de Crimea en 2014, Ucrania se ha ido rearmando, algo que permitió frenar el primer ataque y evitar la toma de todo el país. Con todo, cree que "desde hace quince días, la situación en el este de Ucrania está enquistada". Javier Gil se muestra crítico con la respuesta de Occidente: "Rusia está preparada para aguantar durante dos o tres años sanciones económicas. No digo que no le hagan daño, pero las tiene asumidas. A Rusia se le va a hacer daño en el campo de batalla, con una derrota militar". Además, pone el foco en la crisis energética que le tocará sufrir a Europa: "Rusia no va a dudar ni un segundo en apretar las tuercas con amenazas de cortes o con reducciones en el envío de gas a los países más dependientes".
"Los problemas internos nos han quitado energías para proyectarnos en el exterior. Ahora bien, la cumbre de la OTAN nos ha vuelto a situar en la primera división de países importantes y espero que eso no sea efímero", afirma sobre el papel de España. "Con la crisis energética tambien tendrá que cumplir un papel de hub gasístico, conectando África con el norte de Europa", añade.
Por último, se muestra decepcionado con la respuesta de China ante la guerra y habla de la necesidad de poner más atención en África: "Tenemos un vecino en el cono sur donde están ocurriendo muchas cosas, la mayoría de las cuales no son buenas, y las estamos ignorando".