Los ministros de asuntos exteriores de la Unión Europea han aprobado por unanimidad un paquete de sanciones a Rusia, después de que Putin reconociera la independencia de Donetsk y Lugansk, las dos regiones separatistas prorrusas de Ucrania, y enviara más tropas a la zona. Prohíben al Estado y al Gobierno rusos financiarse en Europa y atacan a ciertas empresas rusas. Además, congelan las cuentas y prohiben la entrada en territorio europeo a ciertas autoridades rusas, incluidos todos los miembros de la Duma que han votado el reconocimiento de la independencia de las regiones del Donbás. De momento, las sanciones no afectan directamente a Putin ni implican un gran embargo de la economía rusa, com se había barajado. No descartan, sin embargo, tener que recurrir a la artillería pesada en caso de que Rusia lleve a cabo acciones militares. Así lo expresaba el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares: "Si se produce una agresión militar, serán masivas y, desde luego, afectarán y dañarán la economía rusa". Dejan cierto espacio a la vía dipomática, tal como ha expresado el Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borell, a pesar de que se ha mostrado algo pesimista: "Con los planteamientos que está haciendo el señor Putin, tememos que podamos tener la necesidad de ampliar sanciones".
Informa Antonio Delgado, corresponsal en París