La guerra en Ucrania ha detenido la actividad en lasrefinerías de aceite del país. España recibe de allí el 62% del aceite de girasol que utiliza. Esto, sumado a que los barcos no circulan por el estrecho del Bósforo, nos deja solo con el aceite que había en existencias. Parte de la industria agroalimentaria española teme tener que parar si, encuatro semanas, no encuentra un sustitutivo para el aceite de girasol, que se usa para elaborar multitud de productos.
Uno de los sectores que puede sufrir las consecuencias del desabastecimiento de aceite es el conservero. "Estamos con muchísima preocupación, especialmente ahora con la huega del transporte", diceJuan Maniel Vieites, secretario general de Anfaco-Cecopesca. A pesar de que están buscando proveedores alternativos (como Argentina, Brasil, Bulgaria o Moldavia), explica que "hay muchísima incertidumbre en los lineales de cara a las próximas semanas". A partir de agosto, esperan que "la cosecha española pueda equilibrar esta situación". El carácter exportador de la industria conservera española, con el 60% de la producción destinada al extranjero, incrementa aún más el problema, según Vieites. En las costas del sur no lo está notando tanto porque aún no ha llegado su temporada alta, pero los conserveros gallegos, "que producen el 80-85% de las conservas españolas, son los que están más perjudicados".
Algo similar postula Eduardo Sanfilippo, presidente de la Asociación de Fabricantes de Conservas de Pescado de Cantabria y director de Marketing de Grupo Consorcio. "A corto plazo, es difícil sustituir a los proveedores", explica desesperanzado. Según dice, de momento no están valorando ERTE, a pesar de que "la situación es bastante negra y bastante complicada". Cuenta que, este año, el aumento del precio de todas las materias primas les ha sobrepasado: "Un incremento tan masivo de todas las materias primas es difícil repercutirlo, pero al final se tiene que hacer. De lo contrario, la industria no es capaz de mantener la actividad".