Joan Subirats, ministro de Universidades
El Congreso de los Diputados ha dado el sí definitivo a la nueva ley de universidades, que topa los precios públicos y limita los contratos temporales. El ministro Joan Subirats ha destacado en RNE la necesidad de adaptar la universidad a la universalización. Concretamente, ha explicado que la nueva legislación permite que los estudiantes extranjeros no tengan que renovar anualmente su permiso de residencia. También pone el foco en la necesidad de formación permanente: "Las universidades no pueden seguir con un sistema basado en el grado, el posgrado y el doctorado". Por ello, explica, han implementado las llamadas microcredenciales.
Subirats cree conveniente "combinar la formación online con la presencial", por lo que apuesta por ofrecer "dinámicas que aporten riqueza al hecho de asistir a clase". Insiste también en la empleabilidad de los estudiantes. "Hay mucha investigación en las universidades que no acaba trasladándose en temas de innovación concretos en las empresas, entidades y administraciones", añade. Por ello, considera que hay que "vincular más estrechamente actividad académica con necesidades sociales". Preguntado por las críticas a la ley, que la han calificado de "descafeinada", responde que es el resultado de un largo proceso de diálogo en el que se han tenido que combinar los intereses de muchos actores.