A punto de cumplirse un mes de invasión, Occidente sospecha que el Kremlin podría estar preparando un ataque con armamento químico.
En Kiev, se han producido dos nuevos bombardeos en el norte de la ciudad, que según el alcalde han dejado un muerto y una docena de heridos. Los habitantes volvían a salir a las calles tras concluir el largo toque de queda de 35 horas impuesto desde la noche del lunes. Son muchos quienes han acudido a algunos de los comercios que aún quedan abiertos para hacer acopio de agua y alimentos por si vuelve a decretarse otro toque de queda de larga duración.
El gobierno ucraniano ha acusado a Rusia de utilizar la zona de exclusión de la central nuclear de Chernóbil, que ocuparon al principio de la invasión, para acumular tropas y material con los que lanzar una nueva ofensiva sobre la capital.
La situación sigue siendo desesperada en Mariúpol. El presidente Volodímir Zelensky ha asegurado que 100.000 personas sin recursos para sobrevivir quieren salir de allí, pero las fuerzas rusas se lo impiden.
Informa Fran Sevilla, enviado especial de RNE a Kiev.