Rubén López, vulcanólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN)
Hace un año, el 19 de septiembre de 2021, el inicio de la erupción volcánica cambió la vida de los habitantes de La Palma para siempre. Rubén López, vulcanólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN), explica que el proceso de enfriamiento es especialmente largo: "Hay puntos que hemos estado midiendo hace poco y que siguen estando a más de mil grados". Aunque afirma que el edificio volcánico puede tardar hasta décadas, asegura que en el resto de zonas se podrá volver a la nornalidad mucho antes. "Ya tenemos una carretera, que es un éxito de ingeniería", añade.
Para López, la principal emergencia ahora mismo es encontrar una solución a las más de 1.300 personas que todavía no pueden volver a sus hogares: "Tenemos dos núcleos de población, Puerto Naos y La Bombilla, con grandes emanaciones de dióxido de carbono". Aunque no se pueda afirmar tajantemente, el vulcanólogo explica que cada día que pasa es menos probable que se reactive: "Mientras esté con la actividad que hay ahora, podemos decir que no va a haber una reactivación a corto plazo". Ante los temblores registrado recientemente, trata de tranquilizar a la población: "No hay una tendencia clara y, si no estuviesen nuestros equipos allí midiendo, nadie los notaría". En este sentido, anima a los palmeros a informarse a través de los canales de comunicación del IGN ante cualquier duda o inquietud: "Estamos haciendo una labor de divulgación muy grande".