El 13 de noviembre de 2002, un temporal afectaba al norte de España, y nada hacía pensar que esa tarde el accidente de un barco con bandera panameña iba a provocar la mayor catástrofe ecológica que ha afectado a nuestro país. Esa tarde a 25 millas de Finisterre sufría un accidente el Prestige. Un accidente que afectó a unos 2000 kilómetros de costa. En nuestra retina las imágenes de fauna y vegetación marinas cubiertas de chapapote. Pero, también instantáneas de la solidaridad de los cientos de miles de voluntarios que acudieron a limpiar las playas gallegas de aquellos "hilillos de fuel" que dijo por aquel entonces el vicepresidente del Gobierno Mariano Rajoy. Él fue quien gestionó la crísis que supuso el comienzo del declive del Ejecutivo de Jose María Aznar.