Será la primera vez que España deposite semillas nacionales en el Banco Mundial Vegetal, ubicado en las islas árticas de Svalbard, en Noruega. La Bóveda del Fin del Mundo supera ya el millón de muestras de semillas almacenadas, una enorme colección de biodiversidad agrícola. Ahora, investigadores del INIA-CSIC han escogido variedades de trigo, legumbres, tomates y maíces, para depositarlas en esta especie de Arca de Noé vegetal.
El Proyecto impulsado por el Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos y el Banco Genético Nórdico subraya Luis Guasch, Director del Centro de Recursos Fitogenéticos del INIA-CSIC "constituye la base de toda nuestra alimentación. El Banco Mundial Vegetal se conoce también como La Bóveda del Fin del Mundo por su importantísima utilidad en caso de catástrofe o cataclismo y otras posibles amenazas globales, puesto que salvaguarda la base de la alimentación mundial. El emplazamiento nos indica Lucia de la Rosa, investigadora, no es por azar; la cámara se encuentra en una cueva excavada en mitad de una montaña que reúnen una serie de circunstancias especiales.
A lo largo del programa conoceremos todos los detalles de la mano de Luis Guasch, Director del CRF y Lucia de la Rosa Investigadora del CRF.
