Con el boom de los smartphones también llegó la preocupación por las radiaciones emitidas. En 2011 la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer hizo saltar las alarmas y clasificó esas emisiones en el grupo 2B o lo que es lo mismo: “posiblemente carcinogénicas para los humanos”. Esto ayudó a consolidar la creencia de que los móviles producían cáncer. Ahora una investigación, que incluye 63 estudios desarrollados en 30 años en10 países, concluye que no hay ninguna evidencia de que el uso de los móviles incremente el riesgo de desarrollar un tumor. Entramos en detalle con la ayuda de Alberto Nájera, profesor de Radiología y Medicina Física en la Facultad de Medicina de Albacete.
Además, para terminar la semana repasamos la actualidad de ciencia y tecnología.