España es el tercer país de Europa con más superficie forestal. Cerca de 15 millones de hectáreas de superficie arbolada, con más de 7.000 millones de árboles, según el Inventario Nacional Forestal. Árboles que son fuente de vida como asegura Enrique García Gómez, ingeniero forestal y autor del libro "La inteligencia de los bosques" (Guadalmazán). Son los principales responsables del oxígeno que respiramos, absorben el CO2 de la atmósfera, nos proporcionan alimentos y materias primas y albergan una gran biodiversidad.
Los bosques representan el máximo exponente del mundo vegetal. Todos sus integrantes colaboran en el mantenimiento. Los árboles se comunican entre sí (por el suelo y por el aire) para avisarse de peligros; sus sistemas radicales se unen e intercambian sustancias; los ejemplares adultos protegen a los jóvenes y los seres más pequeños y ocultos (bacterias y hongos principalmente) hacen posible la vida de los árboles.
Los bosques son grandes mitigadores del cambio climático y grandes sumideros de CO2. Según el Quinto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, la cantidad de carbono presente en la biomasa viva de la vegetación es de entre 450 y 650 gigatoneladas. Y los suelos de los bosques almacenan cuatro veces más.
La principal amenaza para los bosques es la acción humana. Su transformación en campos de cultivo, en superficies urbanas, los incendios o la tala indiscriminada han reducido las masas boscosas del planeta, especialmente en los países en desarrollo. Pero a todo ello --advierte García Gómez-- se suma la amenaza global del calentamiento del planeta.