Escribió Lucrecio que entre los amantes existe una herida oculta que nunca puede llegar a curarse: el deseo es una fuente inagotable de aspiraciones y frustraciones cuya dinámica nos envuelve en el siempre incapaz intento de llegar a satisfacer nuestro ánimo. En el amor hay sin duda un importante componente biológico que queda reflejado en la liberación de ciertas sustancias químicas en el cerebro. Pero el amor nunca se queda ahí. El amor, sostuvo María Zambrano, es aquello que nos trasciende y nos hace trascender el mundo fenoménico. En esta entrega, Carlos Javier Gonzalez Serrano charla con Lorenzo Rodríguez Garrido, poeta y periodista cultural, en una exploración de las diversas caras del amor, transitando todas sus figuras: la ausencia, el olvido, la pasión, el recuerdo o el sentimiento. ¿Por qué, a pesar de los sinsabores y las penas, de las dificultades y los sufrimientos, seguimos siempre, incansables, aspirando al amor?
A la luz del pensar
Amor: los claroscuros de una pasión muy humana
08/05/2023
27:24