Escribió Lacan que nacemos "heridos por la falta". Desde que aparecemos en el mundo estamos ya incompletos, necesitados de algo que no se deja atrapar, algo que no podemos obtener del todo y cuya naturaleza desconocemos. Lucrecio lo llamó “la herida oculta”. Y es que, apuntó T.S. Elliot, vivimos en el casi, en el acaso, en el quizá. Somos un límite ontológico, el ser viviente que es consciente de su condición limítrofe. Siempre en el camino, siempre proyectándose hacia adelante. Aunque, también, mirando hacia atrás en busca de refugio. Carlos Javier González Serrano charla con Clara Ramas San Miguel, profesora de Filosofía en la UCM y autora de "El tiempo perdido", sobre melancolía y sobre nuestros quiméricos intentos de renunciar a vivir en el camino. ¿Existe algún lugar al que volver?
A la luz del pensar
El ser herido por la incompletitud: melancolía y acción
14/10/2024
28:16