Para El hombre nada, una sonrisa equivale a 500.000 aplausos, un palmoteo que resuena hoy en el madrileño Teatro del Barrio. Allí cuenta con las licencias necesarias para dar rienda suelta a un espectáculo que mezcla música y monólogo, pensado “para quitar presión” al público, asegura. La silueta incógnita en cuestión responde al nombre de Andrés, se apellida Fejerman, pero sólo se reconoce a sí misma como Andy Chango. El músico y actor argentino muestra los temas inéditos creados para este show, entre ellos “Abuelos de repente” o “Cumbia existencial”. La banda sonora de una dramaturgia dirigida por Pepe Miravete, una de las voces de la noche; junto a las del actor Alberto San Juan, miembro de la cooperativa cultural del Teatro del Barrio; y las de grandes amigos como Albert Plá, Adolfo Barnatán Papu y Fito Páez. Además, irrumpe en el estudio el gran Javier Gurruchaga, uno de los invitados que arroparán a Chango en el Café La Palma de Madrid el próximo 25 de enero. Y cómo no, a esta madrugada no podríamos haber sobrevivido sin la canción regalo de nuestros queridos Antílopez, ni sin el viaje en el tiempo de Miguel Ángel Hoyos, que nos lleva a 1966.