Robert Graves: Los mitos griegos - El mito pelasgo de la creación (29/08/10).
"En el principio Eurínome, diosa de Todas las Cosas, surgió desnuda del Caos, pero no encontró una base sólida en la cual apoyar sus pies, así que separó el mar del cielo danzando sola sobre las olas. Danzó en dirección al sur, y el viento que se creaba a su paso pareció algo nuevo y distinto, apropiado para comenzar una obra de creación. Volviéndose, atrapó este viento del norte, llamado Bóreas, lo frotó entre sus manos y he aquí que apareció la gran serpiente Ofión. Eurínome siguió baliando para entrar en calor; su danza era cada vez más salvaje, hasta que Ofión, invadido por la lujuria, se enroscó entre sus miembros divinos y se vio impelido a copular con ella. Fue así como Eurínome se quedó en cinta. Después, tomando la forma de una paloma, anidó en las olas y, llegado el momento, puso el Huevo Universal. A petición suya, Ofión se enroscó siete veces en este huevo hasta que se rompió y se dividió en dos mitades. De él salieron sus hijos, todo lo que existe: el sol, la luna, los planetas, las estrellas, la Tierra con sus montañas y ríos, sus árboles, hierbas y todas las criaturas vivientes" (Robert Graves: Los mitos griegos - El mito pelasgo de la creación) (29/08/10).