Es verdad, pues reprimamos esta fiera condición, esta furia, esta ambición, por si alguna vez soñamos; que sí haremos, porque estamos en mundo tan singular que el vivir sólo es soñar (08/08/10)
Es verdad, pues reprimamos esta fiera condición, esta furia, esta ambición, por si alguna vez soñamos; que sí haremos, porque estamos en mundo tan singular que el vivir sólo es soñar; y la experiencia me enseña que el hombre que vive sueña lo que es hasta despertar. Sueña el rey que es rey, y vive con este engaño mandando, disponiendo y gobernando; y este aplauso, que recibe prestado, en el viento escribe; y en cenizas le convierte la muerte (¡desdicha fuerte!): ¿que hay quien intente reinar viendo que ha de despertar en el sueño de la muerte? Sueña el rico en su riqueza, que más cuidado le ofrece; sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza; sueña el que a medrar empieza, sueña el que afana y pretende, sueña el que agravia y ofende, y en el mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende. Yo sueño que estoy aquí destas prisiones cargado, y soñé que en otro estado más lisonjero me vi. ¿Qué es la vida? Un frenesí: ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son. (Calderón de la Barca: La vida es sueño. Monólogo del sueño de la vida. Jornada II, Escena XIX - versos 1161 a 1200) (08/08/10)