En la Fosa de Pico Reja, en el cementerio San Fernando de Sevilla, se trabaja para exhumar los restos de represaliados tras el golpe de estado de 1936. Ya se ha trabajado en más del 20 por ciento. Una fosa de 671 metros de longitud, más de 2600 metros cúbicos en la que hay restos de más de 1.800 personas. Familiares de represaliados asisten, de forma periódica, a las explicaciones de los arqueólogos. En 2017 fue localizada la fosa.Se trabajará durante cuatro años. Un millón de euros se invierten, con aportaciones del ayuntamiento de Sevilla, la Junta de Andalucía y la administración central. Paralelamente, en laboratorios de Granada, se intenta determinar la identidad de los restos que ya se han extraído cotejándolos con el ADN que han aportado familiares de represaliados.