La protagonista de esta edición de Ars Sonora es Alba Triana, autora de piezas de concierto, instalaciones interactivas, esculturas de luz y sonido, así como de objetos vibracionales. Sobre todo ello conversamos en la ciudad de Miami, donde actualmente reside la artista. De origen colombiano, Alba Fernanda Triana se formó como compositora en la Universidad Javeriana. Posteriormente, como becaria de la Comisión Fulbright y la Fundación Mazda, realizó una maestría con doble titulación en Artes Integradas y Composición con Nuevas Tecnologías en el California Institute of the Arts, e inició sus estudios de doctorado en la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos).
A partir de una actitud holística y de un interés constante en expandir lo que convencionalmente se entiende como composición, práctica y experiencia estética musical, Alba Triana ha desarrollado un producción musical híbrida, difícil de clasificar, que adopta variedad de formatos no tradicionales, sobre los cuales reflexionamos en este monográfico de Ars Sonora. Su obra incorpora recientes desarrollos tecnológicos y, de una manera muy libre, cruza los límites de diversas disciplinas artísticas, científicas y filosóficas.
Presentamos documentación sonora de "Microcosmos", pieza que se presentó en verano de 2017 dento del contexto del Festival Subtropics (dirigido por Gustavo Matamoros en Miami), y que su autora define como "escultura vibracional", una obra en la que se utiliza energía para excitar un objeto, en este caso un platillo de percusión, con el fin de explorar de manera poética sus modos de vibración, los patrones característicos y naturales en los que el objeto resuena, y sus propiedades físicas fundamentales.
También escuchamos un fragmento de "Antífona", composición para violonchelo (que presentamos en la interpretación de Mintcho Badev) articulada a partir del contraste de rasgos de expresividad opuesta. De ahí pasamos a "Pieza de Corazón", obra basada en el texto homónimo del dramaturgo alemán Heiner Müller. El drama de Müller es tomado como punto de partida para desarrollar una acción plástica (acompañada de un desarrollo de música electrónica, del cual escuchamos un fragmento) que consiste en preparar dos cuerpos humanos como exquisitos platos de comida.
Alba Triana ha explorado, en lo que la artista denomina "piezas interpretativas", formas musicales alternativas al concierto tradicional. La escucha de "Gamelán electrónico" -ejemplo de instrumento musical interactivo- y de "Partitura sonora" -libro virtual interactivo que invita al público a experimentar la música saliéndose de su rol tradicional de espectador- nos invitan a dialogar acerca de la relación de la artista con la tecnología, así como con las convenciones propias del concierto y de las instalaciones sonoras interactivas. La rigidez de los marcos institucionales, y los límites que éstos imponen a determinados planteamientos artísticos más abiertos y flexibles, es otra de las cuestiones denunciadas por Alba Triana en nuestra conversación.
Estos mismos temas, relacionados con la expansión del concepto de música, se manifiestan en la serie de obras titulada "Música en una cuerda templada" ("Music on a Bound String"), instalaciones musicales en las que la visualización del sonido problematiza los límites de la noción de escucha, y cuestionan la necesidad del sonido físico para que aquélla tenga lugar.
Concluimos el diálogo refiriéndonos a otra obra reciente, "Música para cuatro resonadores", de 2016. Con el fin de escuchar las resonancias que naturalmente se producen en el interior de los instrumentos del cuarteto de cuerdas -incluso sin que nadie los esté tocando-, Triana desarrolló una técnica de ejecución que involucra el uso de dispositivos electrónicos y transductores. En lugar de tocar los instrumentos con los arcos o con las manos, éstos son ejecutados con micrófonos; la mayoría del tiempo, sin ni siquiera tocarlos físicamente. De esta manera, las vibraciones intrínsecas de los instrumentos (resonadores) son capturadas, amplificadas para hacerlas perceptibles, y utilizadas como principal material sonoro de la obra. Los experimentos realizados para la composición de la pieza (que nosotros compartimos ahora con los oyentes de Ars Sonora) revelaron que los instrumentos naturalmente "cantan": al ser estimulados, producen tonos que, combinados, evocan escalas o modos ampliamente explorados por diferentes tradiciones culturales.
Esta composición, al igual que las anteriores, refleja cómo la compositora utiliza sus obras para entender y explorar la naturaleza, especialmente sus facetas intangibles; y reflejan su interés por comprender cómo y por qué la naturaleza, a través del ser humano, ocasiona una forma de expresión conmovedora y abstracta como la música.
Este monográfico de Ars Sonora dedicado a Alba Triana ha sido realizado mediante el apoyo de Acción Cultural Española (AC/E), y en particular de Pablo Álvarez de Eulate, así como del ArtCenter/South Florida, dirigido por la española María del Valle, y del Festival Subtropics, dirigido por Gustavo Matamoros. En la edición de este programa hemos contado con la ayuda de Alba Gómez García. Expresamos nuestro más sincero agradecimiento a todas estas personas e instituciones.