Las llamaban 'mujeres de consuelo', un hiriente eufemismo para lo que de verdad eran: esclavas sexuales asiáticas
Las llamaban 'mujeres de consuelo', un hiriente eufemismo para lo que de verdad eran: esclavas sexuales en los "centros de solaz" del ejército de Japón. Durante 15 años, los soldados del emperador Hirohito, llevaron la violencia más extrema a gran parte de Asia. A los lugares de batalla fueron llevadas a la fuerza decenas de miles de coreanas, chinas, japonesas, indonesias..., incluso holandesas, para ejercer la prostitución. El Estado japonés aún no ha asumido totalmente su responsabilidad. Yoshimi Yoshiaki documenta excesos y responsabilidades en un libro editado aquí en España por Ediciones B. El profesor Florentino Rodao lo comenta con nosotros (01/04/10)