Atlantic Express se acerca, en este segundo número sobre el centenario de Ava Gardner (1922-1990), al rodaje de Pandora y el Holandés Errante y la primera estancia de la estrella en España, especialmente en la Costa Brava. En este recorrido radiofónico recordamos la importancia que tuvo, desde un punto de vista social, periodístico y promocional, el triángulo formado entre Ava Gardner, su compañero de rodaje, Mario Cabré, actor y torero y Frank Sinatra, entonces amante de Ava, oficialmente su amigo, quien decide venir hasta España ante las informaciones de la prensa del momento.
Ava llega a Cataluña el 20 de abril de 1950. Desde el aeropuerto de Barcelona recorre, en un gran coche, las carreteras para instalarse en Tossa de Mar, la hermosa localidad costera gerundense. Todo está preparado para rodar, hasta finales de mayo, “Pandora and the Flying Dutchman”. Unos días después, Fotogramas, la revista cinematográfica barcelonesa, publica esta entrevista de la estrella en compañía de Mario Cabré:
—¿Le gustaría comprarse una casa en Tossa?
—Prefiero la Costa Brava a California, pero me acabo de comprar
una casa allí y estoy sin dinero.
—¿Porque no te la compras tú en California, Mario?
—¿No te parece aún prematuro?, le contesta el torero a Fotogramas.
—Por último, miss Gardner, ¿se considera usted una mujer fatal?
—No soy una mujer fatal, ¿no se ha fijado en que tiemblo?
Desde los primeros días de rodaje, Mario y Ava se dejan ver juntos. Años después de aquel sucedido, la actriz reconoce haber mantenido un idilio con Cabré pero, en sus recuerdos biográficos, no le presta importancia.
