Hacia mitad de los años 40, España sufría los severos efectos de la posguerra. El aislamiento internacional al que los estados vencedores de la Segunda Guerra Mundial sometían a un país, gobernado por un dictador, ajeno a los valores democráticos occidentales, acentuaba la situación de escasez y los graves problemas de los ciudadanos. Estados Unidos se consolidaba en esa década como la potencia hegemónica y, aunque había retirado a su embajador de Madrid, estudiaba y observaba con sumo interés la evolución del régimen franquista y las alternativas que se planteaban para poder transitar hacia un estado social y de derecho. Es lo que se conocía como “la cuestión española” y las opciones que se barajaban para responderla. España y, especialmente su capital, Madrid, era un nido de rumores, delaciones, especulaciones sobre el futuro de la dictadura, agentes internacionales… En 1944, el alto diplomático y conocedor de la cultura, la idiosincrasia y la historia española, Philip Bonsal fue enviado a la delegación diplomática de Estados Unidos en España. Bonsal es autor de un interesante diario cuyas páginas, si el objetivo es analizar esos años de la relación España y Estados Unidos, y por ende conocer la encrucijada de nuestro país, ayudan a comprender la complejidad del momento. La edición y el estudio del diario son fruto del trabajo del investigador Pablo León Aguinaga, científico titular en el Instituto de Historia del CSIC y experto en la proyección de la imagen y, por tanto, del poder en el mundo de Estados Unidos y, específicamente, en relación con España.
León Aguinaga vuelve a subirse al Atlantic Express para ofrecer nuevos e interesantes detalles del diplomático Bonsal.