Juan Genovés (conocido en determinados ambientes como El Veronés, según explica en la conversación), vio cómo a partir de 1976 el protagonismo de uno de sus cuadros dejaba en segundo plano 50 años de trabajo con decenas de cuadros repartidos en museos de todo el mundo. Todo comienza en marzo de 1976 cuando el primer y principal organismo unitario de la oposición a Franco, la Junta Democrática, reunida en su estudio de Madrid, le pide un cuadro para reproducirlo como poster en centenares de miles de ejemplares, que sirva para financiar sus actividades. No fue Genovés el que eligió el cuadro La amnistía (más conocido, El abrazo) pintado entre 1974 o 1975, sino el dirigente comunista José Sandoval. Como símbolo plástico de la Transición, El abrazo queda emparentado con obras como Aidez l'Espagne de Joan Miró o el Guernica de Picasso de 1937, pintados cuarenta años antes para denunciar el fascismo español.
Juan Genovés recordará la complicada trayectoria de su cuadro, que pasó de manos privadas a manos públicas para permanecer en un extraño limbo que continúa: aunque desde 1988 pertenece a la colección del Museo Reina Sofía continúa sin ser expuesto. Y la talla de Genovés como pintor no es objeto de discusión, puesto que tiene obra expuesta en ese mismo museo.
Los interesados en ver El abrazo tendrán la oportunidad de hacerlo en la exposición Mitos del pop que se inaugurará el próximo 10 de junio en el Museo Thyssen.